Tras la
ocupación franquista de Orihuela y la Vega Baja en abril de 1939, se inició una
represión sistemática contra funcionarios, militantes políticos y sindicalistas
y simples vecinos que habían apoyado o simpatizado con la República durante la
guerra.
Estas
personas fueron juzgadas en consejos de guerra sumarísimos, carentes totalmente
de garantías reales, acusadas de diversos delitos inexistentes.
Esta represión organizada tiene su infraestructura en pueblos y
ciudades. Por una parte, los tribunales de los consejos de guerra y por otra el
poder político municipal, poder político nombrado directamente por los
militares entre elementos falangistas y facciosos, que luego se encargarán de
seguir aplicando la represión.
El 24 de
octubre de 1939, son fusilados al amanecer en las paredes del cementerio parroquial
de Orihuela, 3 personas:
- José
Antonio Cutillas Boj, natural de Benferri, 34 años.
- Pedro
Mateo Mateo, natural de Benferri, 48 años.
- José
Navarro López, natural de Benferri, 48 años.
El 17 de noviembre de 1939, son asesinados en el mismo lugar a las 7 de la mañana, otras 14 personas más:
- Monserrate
Castillo Costa, natural de Orihuela, estudiante, 22 años.
- Antonio
Pujazón Samos, natural de Málaga, ferroviario, 29 años.
- José
Mateo Rabasco, natural de Benferri, jornalero, 24 años.
- José
Rodríguez García, natural de Catral, albañil, 26 años.
- Ricardo
Martínez Fabregat, natural de Orihuela, maestro, 32 años.
- Francisco
Roca Martínez, natural de Orihuela, jornalero, 33 años.
- Emilio
Ros Dolón, natural de Torrevieja, albañil, 37 años.
- Antonio
Jumilla López, natural de Jacarilla, jornalero, 33 años.
- José
Gálvez Gálvez, natural de Orihuela, agricultor, 42 años.
- Luciano
Ruíz Gómez, natural de Redován, jornalero, 45 años.
- Manuel
Grau Ruíz, natural de Orihuela, jornalero, 46 años.
- José
Cartagena López, natural de Redován, agricultor, 47 años.
- Luís
Carrió Pastor, natural de Orihuela, empleado, 49 años.
- Juan
Pérez García, natural de Orihuela, albañil, 47 años.
Fueron
ejecutados por motivos políticos e ideológicos. Los consejos de guerra que los
condenaron fueron procesos sumarísimos, basados en denuncias locales o por
pertenencia a sindicatos y partidos republicanos.
Todos ellos
fueron enterrados en una fosa común del cementerio parroquial de Orihuela.
La fosa fue exhumada
en el mes de noviembre de 2020, sin encontrar rastro de las víctimas.
Han pasado demasiados
años de los asesinatos y los familiares siguen buscando una respuesta. Los
nietos de las víctimas recordaban cómo sus padres llevaban flores a escondidas
a esa zona. Unos testimonios imprecisos de personas que ya han fallecido o
tienen más de noventa años.
Información procedente de:
Asociación de Víctimas
del Franquismo





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