lunes, 1 de septiembre de 2025

EL VIAJE A LA ALCARRIA DE MI ABUELO

EL VIAJE A LA ALCARRIA DE MI ABUELO                   1

Por allí anduvieron muchas personas de la 71.ª Brigada Mixta. Muchos eran de Aspe, Novelda, Monforte del Cid, Elda, Monóvar, Petrel...
Gente comprometida y consciente de que tenían que defender a la joven República, su libertad, su futuro y el de su familia.
Mi abuelo, como tantas otras personas, estuvo allí. Quizás sea uno de los que aparece de espaldas, mirando hacia ese balcón que se ve al fondo, escuchando las arengas de algún personaje de relevancia, de los muchos que pasaron por Torija. Tal vez Miguel Hernández, María Teresa León, Rafael Alberti o incluso el mismísimo presidente de la II República, Manuel Azaña.
Por cierto, la fotógrafa que aparece retratando a los milicianos desde el balcón superior es Gerda Taro. Lo mismo, cuando pueda ver esas fotos, descubro a mi abuelo posando para la Historia.






















La militarización de los batallones de milicias levantinas "Espartaco", "Apoyo", "Alicante Rojo nº1" y "Alicante Rojo nº2" en enero de 1937, llevó al nacimiento de la 71ª Brigada Mixta. La unidad fue encuadrada en la 12ª División mandada por el italiano Nanetti y enviada al sector de Torija en el frente de Guadalajara. Para su mando se designó al comandante de Infantería Eduardo Rubio Funes que, al empezar la guerra era capitán del Cuerpo de Asalto en Alicante. Actuaba como comisario Eduardo del Castillo Blanco y fueron jefes de batallón: del 281º, los mayores Domingo Barrero Penalva, José Membrives Vázquez, Diego Hernández de Pablo y el capitán Francisco Cañizares Amorós, y del 282ª, Juan Sánchez Álvarez, Santiago Tito Buades, Vicente Orts Bonillo y Pedro Alemany Bañúls.



Intervino inicialmente en la batalla de Guadalajara, en que su batallón "Alicante Rojo" tuvo que replegarse ante el empuje italiano hasta el km103 de la carretera N II, el 8 de marzo. La Brigada quedó prácticamente destrozada, pues entre sus batallones 281º y 282º se contabilizaron más de 600 bajas, entre ellas la muerte del jefe del Batallón 281º, mayor Barrero, y el jefe su 4ª Compañía, capitán de milicias Agustín Batré González.

                                                              

                                                        



La unidad fue retirada a Madrid para su reorganización, haciéndose cargo del comisariado Antonio Barea Arenas, de la CNT que, en los últimos días de la guerra, fue relevado por Carlos Codes Guerra. En noviembre de 1938, fue nombrado jefe de Estado Mayor el capitán de milicias José Mª Navarro Abad. La 71ª BM permaneció durante el resto de la contienda en el frente estático de Madrid y desapareció, el 27 de marzo de 1939.

Editaba el periódico "Alicante Rojo", del que era editor Juan Francisco Alted. (Carlos Engel)




















ESPACIOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - EL CASINO DEL CIRCULO AGRICOLA MERCANTIL - TEATRO CHAPÍ - HOSPITAL DE SANGRE NÚMERO 7 - VILLENA - ALICANTE

ESPACIOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - EL CASINO DEL CIRCULO AGRICOLA MERCANTIL - TEATRO CHAPÍ - HOSPITAL DE SANGRE NÚMERO 7 - VILLENA - ALICANTE

En los primeros meses de la guerra civil, ante la multitud de heridos ocasionados por la contienda, el Ministerio de Sanidad dispuso que en la retaguardia de los frentes se crearan los que fueron llamados hospitales de sangre en los que atender a los heridos del bando republicano.
En Villena, por iniciativa del comité local del Socorro Rojo Internacional, se habilitaron para este fin todas las dependencias del Casino del Círculo Agrícola Mercantil, probablemente por su cercanía a la estación ya que los heridos iban a llegar a Villena trasladados en tren.
Al Casino se trasladaron en septiembre de 1936, las camas, enseres, material quirúrgico y medicamentos que había en el Hospital Municipal, además de todos los empleados del mismo y de los facultativos que en él prestaban servicio.






Según la descripción que hace César López las amplias instalaciones del Casino se distribuyeron de la siguiente manera: En el salón de la derecha situado en la planta baja quedó organizada la clínica propiamente dicha. En el salón de la derecha del piso superior, que el Circulo Agrícola Mercantil dedicaba a juegos de cartas, quedó instalado el quirófano.
En los otros salones de la planta baja y en el extenso del piso superior dedicado a espectáculos, se instalaron las más de 300 camas con que llegó a contar el hospital.
El frondoso y cuidado jardín del Parterre que se encontraba frente a la puerta principal del edificio fue utilizado para el paseo y esparcimiento de los heridos y mutilados durante su convalecencia.
Alfredo Rojas dejó constancia de sus recuerdos infantiles de la guerra civil y también del Casino del Círculo Agrícola Mercantil que, por su interés, reproduzco parcialmente “Estaba dormido entre mis recuerdos infantiles el hospital de sangre en que estuvo convertido el Círculo Agrícola Mercantil durante buena parte de la guerra civil que devastó nuestra patria desde 1936 a 1939.






(…). Tenía yo once años cuando empezó la guerra. Recuerdo los milicianos armados, los incendios que tiñeron de rojo las primeras noches, los saqueos en determinadas viviendas, las colas, los “terribles” bombardeos (…) el medroso eco de los fusilamientos, las expediciones de voluntarios al frente de batalla, la eterna sensación de angustia en tantos hogares por la suerte de los combatientes. (…) Recuerdo, volviendo al Círculo Agrícola, los salones de la planta baja totalmente ocupados por las camas de los heridos, hasta el punto de apenas dejar paso a las enfermeras entre ellas. Una y otra vez subíamos a la pequeña y accesible base de la ventana para contemplar el interior. En el lugar que ahora ocupa el bar había una ancha y casi majestuosa escalera por la que se accedía a los salones superiores, también totalmente ocupados por las camas de los heridos. E igualmente recuerdo los trenes que venían del frente, parados en la estación, de cuyos vagones hacían descender las camillas que se transportaban hasta el cercano hospital. Y la familiar estampa de los heridos que podían andar, recorriendo el paseo y gozando de un privilegio que todos los chiquillos envidiábamos: la entrada gratis al cine”. (...)
En la foto se puede ver el tocón del árbol que se plantó, en el Paseo Chapí, en homenaje al compositor local Ruperto Chapí tras su muerte en 1909, en el mismo lugar donde dirigió el concierto de inauguración del antiguo teatro circo en 1885.




Información procedente del trabajo de Eluterio Gandía Hernández: “El casino del Circulo Agricola Mercantil, Villena (Alicante)”