martes, 12 de octubre de 2021

FINCA MORRICONE - EL MORALET - ALICANTE

 

ESPACIOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA – FINCA MORRICONE –  MORALET – ALICANTE

Cuando el Moralet fue objetivo a bombardeado por la aviación fascista.

Don Juan Negrín, médico, científico y político español, sigue siendo una de las figuras más controvertidas y desconocidas de la historia reciente de España. En 1937, tras su paso por el Ministerio de Hacienda, sustituyó a Don Francisco Largo Caballero como Presidente del Gobierno, ejerciendo un cargo que se alargaría hasta el fin de la Guerra Civil.







Fue primero el periodista y Cronista popular de Alicante, Don Fernando Gil Sánchez quien, con mayor o menor acierto, nos trajo la leyenda de Negrín y Moralet en un artículo publicado el 17 de Enero de 1982 en este mismo diario.

Allí, entre una pequeña Ermita "en la que no cabe el pueblo en días de guardar" y una Escuela "de apenas treinta niños", existía una leyenda que unía al Presidente de la II República Española con una finca campestre conocida por el populacho como "El Mariconet". Sí, como lo oyen.







Los señores Belda y Abad, por su parte, aseguraban que "el verdadero nombre de la finca era Morricone", aunque la inocente ignorancia de los vecinos o la mala baba del respetable, quizá más lo segundo que lo primero, cambió ligeramente su significado. Lo cierto es que las narraciones locales aseguraban que Negrín "estuvo aquí varias horas o varios días, según unos u otros".











La leyenda alimentada a base de lentejas y estofado dice que pasó por Moralet mientras organizaba su vuelo aéreo al exilio, y que se hospedó en aquella masía que pronto desató por su nombre lógicas risas, anécdotas, chascarrillos y cantinelas entre los hastiados labriegos. Tal nivel tuvieron que alcanzar las burlas sobre la sexualidad y lujuria del señor Negrín y sus fornidos acompañantes en las lascivas noches alicantinas, que pronto sería cambiado el nombre de "Morricone" por, simplemente, "Blanquinales", sin que mediara lógica alguna entre la primera y segunda denominación. Incongruencias onomásticas aparte, sí parece que las crónicas han demostrado que el Presidente de la II República "verdaderamente no estuvo nunca en Moralet, sino en Villagarcía, la señorial posesión cercana a Santa Faz que linda con el barranco del Juncaret".  
















 "Moralet fue repetidamente visitado y atacado con saña por los aviones nacionales, arrojando unas cuantas bombas que pretendían acabar con la vida de Negrín" y que causaron diversos destrozos. "Fueron acciones bélicas premeditadas, que muchas personas de la época todavía rememoran", en especial por los tres proyectiles que cayeron junto a la Ermita y que por obra y gracias del Santísimo Cristo nunca llegaron a explotar.












































































Texto procedente del diario Información de Juan José Amoros 30/07/2012

 

 

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