miércoles, 1 de junio de 2011

MEMORIA PARA NO OLVIDAR NUNCA

En el día de hoy cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales, sus últimos objetivos militares, la guerra ha terminado. Pero se les olvidó decir, que en aquellos momentos comenzaba la represión.
A partir de aquel famoso parte de guerra, la vida de todas las personas que se significaron como de izquierdas, fue un calvario muy difícil de llevar, muchos de ellos, después de haber pasado por cárceles, fueron atormentados  con malos tratos y vejaciones múltiples, para que se delatasen entre ellos. Y otros como a mi abuelo, les costó la vida.
Fueron fusilados en las tapias de los cementerios de toda España, sin contemplaciones, sin ninguna posibilidad de poder defenderse y sobre todo con la pena de dejar a sus mujeres o maridos e hijos sin un padre o una madre.
En Aspe, como en casi todos los pueblos de la provincia de Alicante, también hubo  fusilados, en concreto fueron ejecutados 2 hombres el 5 de Abril del año 1941 y 19 personas más, el día 26 de Junio del mismo año: 3 mujeres y 16 hombres.
Todas fueron juzgadas en juicios sumarísimos y sin ninguna garantía de legalidad, en unas condiciones de total indefensión.
Los ejecutaron en los trinquetes de fusilamiento de Rabasa o en las tapias del cementerio de Alicante, lugar en el que serían enterrados en una fosa común, que paradójicamente, en dicha fosa sigue estando en uno de sus lados la tumba que contuvo los restos de José Antonio Primo de Ribera, hasta que fue trasladado a Madrid después de terminar la guerra. Eso mismo  ocurrió con todos los partidarios del bando franquista,  todos fueron  trasladados a sus sitios de origen. Cosa que no ocurrió con los del bando republicano, que siguen estando en cunetas de toda España o en cementerios a los que no pertenecen, porque en realidad nunca ha habido ningún interés por recuperar de esas fosas sus huesos, y en muchos casos ni siquiera se sabe donde se encuentran enterrados.
Por fortuna en el caso de las personas ejecutadas de Aspe sabemos donde están enterradas, incluso el sitio exacto y la forma en la que fueron sepultadas.
Algunas familias después de aquello, intentaron vivir de manera normal y de ser posible pasando desapercibidas, para intentar integrarse en la sociedad de la época, que para todas estas personas no fue nada fácil. Por ello algunas familias, olvidaron incluso, donde estaban enterrados sus familiares y otros que siguieron visitando la fosa, lo hicieron a escondidas para llevarles flores y en fechas señaladas, como Todos Santos iban unos días antes por temor a ser vistas por allí. Porque en los años negros del franquismo se vigilaba a la gente y había que tener mucho cuidado con lo que se hacía, hablaba o con quien ibas, sobre todo los “rojos” que estaban casi todos fichados.
Ahora, desde hace unos años venimos conmemorando todos los 26 de Junio con nuestra presencia en el cementerio y con cosas simples como llevar flores, tierra de su tierra, leyendo poesías o incluso estando allí sin más. Eso nos reconforta y nos da ánimo para seguir luchando contra la injusticia que se cometió y se sigue cometiendo con ellos.  Seguiremos pidiendo que se anulen aquellos juicios ilegales, fraudulentos y falsos, pediremos que les recuerden como merecen en el cementerio de su pueblo, no dejaremos de pedir una ley de memoria histórica justa con la que poder avanzar en la búsqueda de todas las fosas comunes que quedan por toda la geografía de nuestro país, para poder darles dignidad a todas las víctimas de aquel genocidio brutal que fue la represión franquista.
 Por lo tanto otro año más, y con especial interés este en el que se cumplen 70 años de sus muertes, nosotros y el que se quiera sumar a este acto,  el 26 de Junio, Domingo a las 12 del medio día en el cementerio de Alicante,  conmemoraremos otra vez nuestra particular ofrenda a los caidos de verdad  por España, QUE NO NOS ENGAÑEN MÁS
SALUD Y REPÚBLICA











AQUÍ ESTAMOS
Para rescatarlos del olvido
Que no permanezcan enterrados en cunetas
O fosas comunes de cementerios fríos
Rotos y amontonados en subsuelos de espinos dolorosos
Compañeros de celda y de almohada durante tantos años
Enemigos íntimos de la intolerancia
Hombres de espíritu libre amputado por la muerte
Precoces en ideales de futuro sin tiempo
Aquí estamos para librarles de la indiferencia de la Historia
Y para ofrecerle el cariño que no tuvieron
Que la tierra que les cobija no ahogue sus bocas.

Paco Alcolea 

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